top of page

No desprecias mi corazón

29 de diciembre 2024


“Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo contrario, te los ofrecería. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.” Salmo‬ ‭51‬:‭16‬-‭17‬ ‭NVI‬‬

Con el paso de los años he aprendido una gran verdad: no hay nada que yo haga o deje de hacer para que Dios me ame más o menos, ni para que Dios sea más o menos fiel. En realidad, no hay nada que yo pueda hacer para que la bondad, el amor y la gracia de Dios se derramen sobre mi vida. Por esencia, Dios se complace en amar y bendecir a sus hijos, y no hay nada que tú y yo podamos hacer para "comprar" el amor de Dios.


Por muchos años, creí que Dios se comportaba como mi padre terrenal, al que debía llevarle las mejores calificaciones para que se alegrara y se sintiera orgulloso de mí. De la misma manera, pensaba que para que Dios se sintiera orgulloso de mí, debía ser una hija perfecta, sin pecado alguno y la mejor persona con los demás. Creía que debía ser la que más leía la Biblia, la que más oraba, y si algún día no cumplía con estos “requisitos”, inmediatamente pensaba que Dios dejaría de amarme, se alejaría de mí, o que no sería suficiente para Él.


Hoy, quizás tú hayas experimentado esta misma situación. Sin embargo, en Su palabra, Dios nos dice algo maravilloso: el sacrificio que le agrada no son nuestras muchas o pocas obras, sino el corazón arrepentido delante de Él.


El arrepentimiento y el quebrantamiento solo llegan cuando miramos a Dios y dejamos de ocupar nuestra mente, nuestro corazón y nuestra voluntad en nosotros mismos. Es cuando decimos: "Señor, gracias por amarme y recibirme tal cual soy, sin apariencias, sin falsa perfección y sin máscaras. Gracias, Señor, porque estás disponible para mí y para todo aquel que te busque con un corazón arrepentido."


Dios busca al arrepentido, al quebrantado, al de corazón sediento, a aquel que reconoce: "Por muchos años intenté hacer tanto por Ti, Señor, pero ahora entiendo que lo más importante no era lo que hacía, sino lo que Tú anhelabas: mi corazón."


Oremos:


Señor, te pido que halles en mi, un corazón humilde y arrepentido, que siempre busque tu presencia con un corazón sincero, reconociendo que lo más importante para ti no son mis obras, sino mi disposición a entregarte todo lo que soy.

3 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

3 comentários


Lina Maria Carvajal Mosquera
Lina Maria Carvajal Mosquera
hace un día

Amén🙏🏻

Curtir

RUBY ANABEL Ceron
RUBY ANABEL Ceron
hace 6 días

Mi corazón está postrado delante de tu altar, gracias por tu amor y fidelidad. Aquí estoy tal como soy, sigue haciendo tu obra de mi.

Curtir

Liliana Mendez de Castro
Liliana Mendez de Castro
hace 6 días

Amén gracias mi Jesús por amarme como soy y enseñarme perfeccionar mi corazón delante de ti

Curtir
bottom of page