Dios también obra en el silencio

12 de abril 2025

“El Señor peleará por ustedes; ustedes quédense quietos.” Éxodo 14:14 (NVI)

Hay momentos en los que todo parece estar en pausa. Orás, pero no sentís respuesta. Leés la Biblia, pero no hay revelación. Te esforzás por obedecer, pero no ves frutos. Y en medio de ese aparente silencio, la duda empieza a susurrar:"¿Será que Dios se olvidó de mí?""¿Será que estoy haciendo algo mal?"

Pero no. Dios no está ausente, está obrando en silencio.

El pueblo de Israel, justo antes de cruzar el Mar Rojo, estaba en un punto crítico: frente a ellos, el mar; detrás, el ejército de Faraón. En medio del caos, Moisés les dio una palabra que desafía toda lógica humana:“Quédense quietos. Dios peleará por ustedes.”

No siempre lo entenderás. A veces Dios no grita, susurra. A veces no actúa como esperás, pero eso no significa que no esté trabajando. Como un artesano que en silencio pule su obra, Dios también trabaja en lo oculto: formando tu carácter, fortaleciendo tu fe, preparándote para lo que viene.

El silencio de Dios no es castigo, es preparación.

Tal vez hoy no ves el milagro… pero estás en el proceso. Y en el Reino de Dios, el proceso es tan valioso como el resultado. Porque ahí, en lo invisible, Dios te está haciendo más fuerte, más sensible a Su voz, más dependiente de Su guía. No subestimes el silencio. En ese lugar, Dios te está formando.

Oremos:

Señor, aunque a veces no entienda tus tiempos ni escuche respuestas claras, confío en que estás obrando. Enséñame a permanecer quieto cuando todo dentro de mí quiere correr. Que mi alma se aquiete en tu presencia, y que pueda reconocer tu mano incluso cuando no la vea de inmediato.