Pero tú, Señor, eres el escudo que me protege; tú eres mi gloria; tú mantienes en alto mi cabeza. Salmo 3:3 NVI
El rey David escribió este versículo en medio de un tiempo difícil y lleno de incertidumbre de su vida. Estaba huyendo de sus enemigos, pero en lugar de dejarse llevar por el miedo, David declaró quién era Dios para él: su escudo, su gloria, y el que levanta su cabeza.
Dios es nuestro protector en los momentos de peligro, nuestro consuelo en tiempos de tristeza, y quien nos da la fuerza para seguir adelante. No importa cuán grandes sean los desafíos que enfrentes, recuerda que Dios siempre está ahí, rodeándote con Su amor y levantándote cuando te sientes abatido.
No importa cuán bajo te sientas o qué tan grande sea el peso que cargas, Su gracia siempre está disponible para renovarte. Confía en que Él trabaja en tu favor, incluso cuando no lo entiendes todo. Dios siempre tiene el poder de levantarnos.
Oremos
Señor, gracias porque eres mi escudo y siempre estás a mi lado. Cuando me siento débil, tú me levantas y me das fuerzas para seguir adelante. Ayúdame a confiar en Ti en medio de cualquier situación. Amén.
Amén🙏🏻Gracias Dios por todo especialmente por proteger a Samuel de sus travesuras. Tienes el control en cada momento te amo Dios